La pandemia debido a infección por coronavirus ha determinado un impacto sin precedentes para las sociedades y los servicios sanitarios a nivel mundial. Del mismo modo, ha resultado en la generación de una enorme cantidad de nueva información respecto a la enfermedad en un muy breve plazo de tiempo.
Toda esta nueva evidencia ha ido madurando paulatinamente y es posible que aún nuestro conocimiento sobre esta enfermedad se vaya modificando en el futuro. Un ejemplo de esto es la búsqueda de tratamientos específicos para el virus, donde terapias que parecían promisorias en un principio han ido siendo descartadas más recientemente, así como han aparecido otras posibles alternativas.
La mayoría de los pacientes con infección por coronavirus tendrá una enfermedad leve. Sin embargo, se ha hecho evidente que aquellos que presentan antecedentes de enfermedades cardiovasculares previas, tales como insuficiencia cardiaca, infarto miocárdico, ataque cerebrovascular e hipertensión arterial, representan una población vulnerable, lo cual puede resultar con mayor frecuencia en un curso de infección grave, que requiere hospitalización y uso de terapias avanzadas como ventilación mecánica.
Si bien esto no está del todo aclarado, se cree que esto se debería al sitio donde el virus se une al infectar al enfermo, el cual corresponde a una proteína (receptor celular) que se encuentra en mayor cantidad en pacientes que tienen estas enfermedades cardiovasculares.
Respecto a esta asociación entre enfermedades cardiovasculares e infección por coronavirus, es importante destacar algunos puntos:
1. La forma más efectiva para prevenir un contagio es realizar un correcto y frecuente lavado de manos, sumado a respetar las instrucciones de distanciamiento físico y las cuarentenas cuando éstas hayan sido indicadas por la autoridad sanitaria. Esto es válido para todas las personas, de modo de evitar expandir la infección. Pero también es muy relevante en aquellos con enfermedades cardiovasculares, que como mencionamos, representan una población vulnerable de evolucionar de forma más grave.
2. Es muy importante que aquellos pacientes con enfermedades cardiovasculares continúen sus tratamientos de forma adecuada, sin suspender las terapias indicadas, de forma de mantener sus enfermedades crónicas compensadas. Inicialmente existió información confusa respecto a la posible interacción de un grupo de medicamentos comúnmente utilizados para tratar enfermedades cardiovasculares con un mayor riesgo de infección por coronavirus.
Sin embargo, esto no ha sido demostrado. Es más, la evidencia actual indica que habría un mayor riesgo de tener una infección grave en caso de suspender estos medicamentos. Por lo tanto, la recomendación, que se encuentra respaldada por las sociedades de cardiología más importantes del mundo, es no suspender los tratamientos indicados por sus enfermedades crónicas y en caso de dudas acudir con su médico tratante.
3. Durante el tiempo que dure esta pandemia lamentablemente las personas seguirán sufriendo infartos al corazón, ataques cerebrovasculares y múltiples otras enfermedades. Es muy importante que en caso de presentar algún síntoma que oriente a una enfermedad grave, los pacientes busquen atención médica.
Datos desde Europa y Estados Unidos han mostrado que durante los períodos más críticos de la pandemia las atenciones por otras enfermedades graves como infartos al corazón han disminuido de manera significativa.
Desafortunadamente, esto no parece explicarse porque estén ocurriendo menos infartos, sino que los pacientes, por razones entendibles, deciden no consultar. Estos mismos datos de países que ya han sufrido la pandemia en su máxima intensidad muestran que, al no consultar a tiempo, los enfermos están experimentando un mayor daño y riesgo vital por estas otras enfermedades. Es importante entonces enfatizar la importancia de buscar atención médica en caso de presentar algunos de los siguientes síntomas:
– Dolor torácico
– Palpitaciones rápidas
– Sensación de falta de aire
Fuente: Latercera.com