El presidente Iván Duque firmó este martes el decreto 1465 que reglamenta la 1831 del 2017, que definió como obligatorio la presencia de desfibriladores externos automáticos (DEA) en lugares públicos y de alta concurrencia de personas.
Y aunque dicha reglamentación deja en manos de los secretarios de salud la definición de los sitios que deben tenerlos y fija los pasos, lo cierto es que estos dispositivos ya se ven en lugares como aeropuertos, terminales, empresas y centros comerciales.
¿Qué es un DEA?
Un dispositivo electrónico portátil, dotado de electrodos destinados a generar pulsos eléctricos que pueden descargarse sobre el corazón. Su objetivo es reactivar su funcionamiento en caso de paro cardíaco o devolver el ritmo normal cuando haya de arritmias que puedan llevar a la muerte.
¿Para qué sirve?
Para recuperar el ritmo cardíaco. En casos de fibrilación ventricular o taquicardia ventricular sin pulso, el DEA descarga una corriente eléctrica al corazón que permite que éste vuelva a contraerse con normalidad y que el paciente recupere su ritmo cardíaco normal.
¿Produce algún daño?
No. La corriente eléctrica está ajustada automáticamente para que el corazón recupere su ritmo normal y no produce quemaduras ni daños en el paciente.
¿Por qué se dice que es uno de los equipos más sencillos?
Estudios de la Sociedad Americana del Corazón señalan que la reanimación cardiopulmonar y el uso del DEA aplicados dentro de los primeros tres minutos del paro cardíaco permiten que un 90 % de los afectados sobrevivan. Todo empieza aplicando las almohadillas con electrodos sobre el tórax desnudo de la persona afectada y seguir las indicaciones y mensajes que da el aparato.
¿Quiénes lo pueden usar?
Es fácil de operar con un entrenamiento básico y adecuado, lo que permite que casi cualquier persona lo pueda usar: auxiliares de vuelo, oficiales de policía, bomberos, familiares e incluso estudiantes de colegios. Además de los médicos otras personas lo pueden usar con el entrenamiento correspondiente.
¿Y si la persona se desmayó por otra razón?
Tranquilo, al aplicar las almohadillas, el equipo identifica si la persona necesita o no la desfibrilación. Mejor dicho, si la víctima padece de otra cosa, el desfibrilador automático no actúa.
¿Reemplaza los masajes cardíacos y la respiración boca a boca?
No, por el contrario, son complementarios. Por lo general, los masajes cardíacos se aplican desde un comienzo, antes, mientras se prepara el equipo. Sin embargo, el equipo dirá cuándo volverlos a utilizar.
Fuente: Eltiempo.com